Al igual que otras costumbres, también las costumbres de percepción visual están sujetas a distorsiones emocionales, confusión, pereza o inflexibilidad del individuo. Toda experiencia y éxito a lo largo de la vida se determinan y limitan fuertemente por los patrones perceptivos. De hecho, la mayor parte de las distorsiones asociadas a la miopía no son generadas por un mal enfoque sino por hábitos de percepción restringidos.