Libertad y espontaneidad de ver.
Si tus ojos solo fueran órganos aislados, sin influencias de sus pensamientos, sentimientos y de sus movimientos corporales, la visión sería un asunto muy simple. Pero la realidad es enteramente opuesta. Cada pensamiento que aparece, cada emoción que atraviesa su cuerpo, cada movimiento que hace o deja hacer, provoca una respuesta en su centro visual del cerebro. Y exactamente, es este íntimo intercambio entre este centro y el resto de su ser lo que sostiene toda la discusión de este blog.
Por ejemplo, tus ojos están ahora muy ocupados, moviéndose a lo largo de las líneas impresas, recogiendo la información visual que necesita para entender el significado de este párrafo. El primer aspecto a considerar es: ¿tus ojos están disfrutando esta tarea o se sienten como esclavos forzados a trabajar en contra de su voluntad?
Como ya he mencionado antes, tendemos a tratar muy mal a nuestros ojos; les obligamos a trabajar en lugar de permitirles captar el mundo espontáneamente. Si este es su caso, talvez sea mejor comenzar la exploración de su vista con un gesto amistoso hacia sus ojos.
En este momento, sienta qué ocurre cuando les da permiso para cerrarse, si así lo desean, o a mirar algo más allá de la página. Tome un respiro profundo y perciba como se sienten sus ojos ahora. Permítales regresar al siguiente párrafo solo cuando así lo escojan. Después de todo, si ellos no quieren leer este texto, ¿cómo vas a poder ayudarlos? Así que, tranquilamente, explore qué sucede cuando les des más libertad a tus ojos
Si deseas desde ya puedes descargar sin compromiso y costo alguno 50 páginas del material introductorio que utilize para mejorar mi vista sin ayuda externa. Para poder enviarte el enlace ingrese tu nombre y email en fomato al lado derecho o visite mi sitio web.
Lech K. Bitka (Don Lebi)